Los tiempos tallan la historia en
la forma y medida en la que deseamos recordarla en el futuro, cuando se acaban
las alegrías o cuando se agotan nuestras esperanzas en medio de complejos
estilos de vida, cuando a veces los momentos nos hacen vulnerables a nuestros
esfuerzos ignorados, comprendemos que siempre las penas de algunos serán
alegrías de otros, el quebranto y la impotencia de unos son el aliciente y el
jolgorio de otros, es inevitable ver llorar a un niño en algún momento y que
toda esa escena no nos rompa el alma o nos estruje el corazón de piedad. Cómo
hacer para pasar ese momento sin sentir los devastes y la injusticia, como
explicar cuando los argumentos se convierten inexplicables, cuando por
veces nos mordemos los labios porque es
lo único que se puede hacer para evitar una catástrofe mayor.
Triste ser aquel que rebalsa el
cántaro con la gota de sus acciones y sin merecimientos de culpa ha de pagar,
el precio que otros debieron pagar, nunca se busca herir pero siempre alguien
terminará herido, en medio de una contienda, las intenciones en todo campo, son
el saludo en silencio al que no ve, es la voz de quien grita esperando lo
escuchen una multitud que ha perdido el sentido del oír, es como fuente de agua
salada que ni es buena para beber, ni es buena para hacer germinar vida .
Cuando nos golpean donde más
duele, nos llenan el alma de quebranto, nos obligan a buscarle una razón para
no sentirnos tan mal, nos llenamos de mediocridades, creyendo en falsas
aclaraciones que de seguro ni un niño en cierne los cree.
Me invento que todo el entorno
esté acorde a mis expectativas, me invento que el mundo siempre estará a mis
pies y seré yo quien domina a su manera, sin premios, sin glorias, sin esperar
merecimientos de elogios, con mis vacíos a lastre igual os ha de manejarlo, los
días pasan con mañanas tristes y tardes tenues pero igual tristes, llega la
oscura noche con la promesa que ya se acerca otra mañana que tal vez será
diferente que ahora, queda esperar esa mañana, toca burlar las angustias con esperanzas efímeras pero al fin con algo se hace
más llevadero el momento.
En toda esta reflexión, viene a
mi mente el convencimiento de que la razón no es más que la respuesta a la
ignorancia de los sentimientos no correspondidos, para nuestro pesar, nuestros
sentimientos no solo afloran cuando nos
enamoramos o cuando nos atraen el sexo opuesto, de un todo que representa
nuestra vida en sí, nuestros sentimientos abarcan un 95% de todos ellos, todo
lo que hacemos o dejamos de hacer será movido por uno de ellos, ya que es
nuestra parte afectiva o emotiva, por oposición a la razón o el intelecto.
Quiero que comprendas que siempre
será mejor inventarse un mecanismo de defensa para tus sentimientos que para
tus convicciones, tus convicciones son un conjunto de razonamientos dejados por
el correr del tiempo, son las huellas de las experiencias de un pasado, en
cambio el sentimiento es opuesto a toda razón y es delicado como pétalos de
rosas al viento.
Nuestra historia envuelve todo lo
que en el correr del tiempo hemos segado, la absorbe a tal punto que en el futuro hasta
a veces se convierten en parte de nuestras conductas y establecemos estilos de
vida marcados por actitudes negativas o cargados con sentimientos de culpas que
a la larga no hacen más que dejarnos daños colaterales.
Os recomiendo estar siempre
atentos sin perder de vista a aquellos que sabemos por intuición no son
convenientes para nuestra integridad, siempre el mal estará al acecho del bien,
si basta comprender que hasta la
gravedad siempre hala hacia abajo, es una ley natural al cual nadie puede
cambiar, es así el mal, está buscando el descuido mínimo para hacer de lo lindo
un desastre ecuménico o para cambiar el rumbo correcto en uno de pantanos
fangosos.
Hace algún tiempo atrás comentaba
con un viejo amigo, sobre el poder de adaptabilidad del ser humano, y los
distintos rumbos que toman cada vida después de cierto tiempo, discutíamos sobre la ductilidad de la
naturaleza humana y su entorno, el porqué de tanta diferencias de sociedades
que en resumen no eran más que un “montón” de seres humanos en una geografía
tan pequeña, el porqué de las “pegadas” de suerte de algunos sin merecerlo, o
al mismo tiempo el sacrificio no reconocido al contrario vituperado con
escarnios. Hasta ese entonces yo sostenía la idea de que nuestra historia es el
camino de una vida pre-destinada, es decir, donde nacemos con un fin y un
propósito, y mientras no llegamos a ese objetivo no nos vamos de este mundo, tenía
muchos argumentos que me habían sucedido, como para demostrar que tenía razón
al decir eso, venia de un lugar muy alejado del lugar en donde nos
encontrábamos, jamás en mi vida de
infancia había imaginado conocer personas que en ese entonces conocía, veía a
personas extrañas como parte de mi familia y compartíamos con ellos momentos
muy agradables, que hasta con mis propios hermanos habíamos vivido, no porque tenía
alguna diferencia de afectos con mis hermanos al contrario, considero que mi
infancia junto a ellos y mis padres han sido los más bellos y gratos que Dios
permitió que los viviera, pero era diferente todo lo que vivía en esos momentos,
nunca había soñado o había imaginado estar ahí, de seguro que no habría
encontrado forma a mi imaginación si de
niño hubiese soñado, por último nunca había dibujado en mi mente el rostro
perfecto de una niña ya hecha mujer que me gustaba en esos tiempos, los mínimos
detalles de mi diario andar no eran algo que los había planeado, simplemente
era como si mis pasos me hubiesen conducido
por un camino ya señalado y me
encontraba ahí. Este amigo solo asentía con la cabeza de todo lo que decía, en
verdad tenía sentido todos mis argumentos.
Mis caminos siempre han estado
ceñidos por quehaceres de amigos o terceros influenciados hacia el bien, la
lealtad a las promesas siempre eran como piedras preciosas que poco a poco las
habían formado hasta convertirlos en atractivos mensajes de bien.
Los tiempos pasaron y el correr
de los días se hicieron más claros, me separé del grupo de personas con los que
reflexionábamos los sábados por la tarde o a veces los domingos, comencé a
hacer las cosas por necesidad que por puras pasiones, empecé a cuestionar el
porqué de las diferencias sociales con más criterio, comencé a encontrarle
igualdad entre el deseo y el sueño, y comprendí que el querer debía estar
ligado al hacer, que lo que nos lleva al éxito no son la cantidad de
posibilidades que tenemos por hacer, sino las decisiones correctas que debemos
tomar cuantas veces estas sean necesarias y seguir con perseverancia hasta el
final.
Nada llega si no salimos a
buscarla, nada se aprende si nunca leímos, nada queda de nosotros si eso no lo
plasmamos entre líneas.
Solo que algunas veces somos tan
miserables con nosotros mismos y preferimos mirar al costado o al frente y
buscamos la forma de imitar o seguir las historias de los demás, son absurdos
todos ellos, nunca haremos lo que el vecino, el amigo, el ídolo de cine de
música o lo que fuera, ha hecho con su
vida, imitarlo es aborrecer nuestra existencia, es negar los legados que
tenemos, es negar nuestra identidad que son la razón de nuestro viaje por este
mundo, simplemente porque no somos ellos y nunca lo seremos, no nos parecemos
en nada y esa es la explicación a tanto fanatismo, seamos genuinos por
convicción con nuestra historia, seamos el protagonista de nuestra propia
película, no el amigo, no el equipo de fútbol al que decimos “hinchar”, no el
novio, la novia por los que daríamos la vida, o nuestros padres, el control de
nuestras vidas pende de un hilo de gracia del excelentísimo y excelso creador,
quien nos da la inteligencia a todos por igual, solo que algunos aun creemos en
estilos de vida sedentarios, guiados por el instinto, y seguimos pisadas de
gente que muchas veces caminaron en caminos del mal.
Los tiempos han pasado mucho, mis consideraciones de este
momento no serán los mejores que existan, pero de lejos será lo que a simple
vista puedes encontrar un razonamiento sobre la existencia de cada cosa, con
todas mis fuerzas procuro hacer el bien, deseando no llegar al cansancio para haceros entender
que nuestras historias son el dibujo trazado con un poco de pintura y pincel, démosle
vida a lo que nos queda por vivir.
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